En el sector logístico es de vital importancia el transporte de mercancía a temperatura controlada, respetando siempre la cadena de frío, de hecho se deben de cumplir unas estrictas normativas y legislaciones a nivel nacional e internacional al respecto, que nos indican cómo se deben gestionar cada tipo de productos, sean o no perecederos, para que lleguen a su destino en perfectas condiciones.

Por este motivo, hoy vamos a repasar algunas de las principales características que deben llevarse a cabo en el transporte de mercancías a temperatura controlada y la cadena de frío que se debe respetar en todo momento. A continuación os contamos todos los detalles sobre el transporte de mercancías de productos alimenticios.

¿En qué consiste el transporte a temperatura controlada?

Cuando hablamos de transporte de mercancía a temperatura controlada nos referimos principalmente, a que en todo momento se respete la cadena de frío durante el transporte de verduras, frutas, hortalizas, alimentos y productos perecederos, desde que son recogidos en almacén hasta que llegan a su destino.

El principal problema con este tipo de mercancías, es que son extremadamente sensibles a los cambios de temperatura durante el proceso de manipulado, especialmente durante los intercambios de operaciones, como la carga en los camiones y manipulación en los almacenes. Estos momentos pueden resultar peligrosos para la mercancía, ya que puede sufrir una subida o bajada de temperatura de varios grados que puede afectar a las propiedades y calidad de los productos, por lo que hay que extremar las precauciones en la medida de lo posible.

Para garantizar que la mercancía llegará a su punto de origen bajo una temperatura controlada sin sufrir alteraciones, se utilizan transportes de mercancías refrigerados, que disponen de la tecnología necesaria para mantener los productos bajo unas condiciones térmicas específicas, dependiendo del tipo de producto y sus características específicas.

¿Cómo funciona el transporte de mercancía a temperatura controlada?

Los vehículos destinados al transporte de mercancías de temperatura controlada, deben contar con unidades de transporte totalmente aisladas. Estos camiones disponen de una serie de componentes que permiten la refrigeración; un compresor, un condensador y un evaporador. El equipo de refrigeración debe garantizar un funcionamiento eficiente, con temperaturas exteriores que van desde los -40°C hasta los 55°C. Esto se debe producir mientras se mantiene la temperatura en el interior permanece estable, la cual puede oscilar entre los -35°C y los 22°C, dependiendo de las características del producto transportado.

Para facilitar su correcto funcionamiento, independientemente del tipo de refrigeración que se utilice, la mercancía debe estar refrigerada en el momento de la carga, ya que si se introduce en el vehículo a una temperatura mayor, se necesitará una potencia superior, y por lo tanto un mayor gasto energético del equipo de refrigeración.

La mayoría de los transportes de mercancías de temperatura controlada usan equipos especiales para tal fin. Los sistemas mecánicos de refrigeración instalados en camiones varían en función de su capacidad de enfriamiento. Como hemos mencionado, el principal objetivo es mantener controlada en todo momento la temperatura del producto, por ello, en algunos vehículos se emplean ventiladores de baja capacidad que hacen que el aire circule y se mantenga la temperatura.

Algunas características específicas de este tipo de camiones utilizados para el transporte refrigerado son:

  • El interior debe ser hermético, así como estar fabricado con materiales resistentes a la corrosión, es decir, impermeables.
  • Las superficies deben permitir la circulación de aire, no siendo conveniente dejar la mercancía en contacto con el suelo, sino en recipientes determinados.
  • Es fundamental que no exista comunicación entre la unidad de carga y la cabina del conductor.